Sobredosis

Hartazgo, saciedad, atiborramiento, congestión, impregnación… Todos estos términos es lo que sale en Google cuando meto sinónimos de saturación. Y esa es mi sensación en este momento.

En tiempos de confinamiento teníamos tiempo y nos concienciamos de la necesidad de formarnos, de desarrollarnos, de potenciarnos… Y nos metimos a tope en formaciones online , en webinars…Nos conectábamos, leíamos más (no mejor)… Y daba la sensación que nos retroalimentábamos constantemente con tanto “nuevo” descubrimiento. Parecía que habíamos descubierto El Dorado y que necesitábamos secarlo y sobre todo mostrarlo a los demás. Nuevos temas, nuevos paradigmas a explotar.

Y en mi caso todo me ha saturado, me ha explotado y logrado que la apatía supere a las ganas de continuar y que tenga más ganas de parar que de continuar metido en esa rueda que me abstrae por completo de la realidad que vivo en mi día a día. Mezcla de cansancio, de apatía, de ruina…

Todo esto se ha salido de madre (y entono el mea culpa) con tanto nuevo concepto y tanta novedad que por cierto, siempre existió.

Nuevos objetivos, nuevos paradigmas, nuevos retos que sin una previa reflexión no sabemos en la mayoría de los casos a dónde nos llevan.

Que si transformación digital, que si habilidades blandas, marca personal, más liderazgo, potenciar la inteligencia emocional, aprender y desaprender, estrategia holística, preguntas poderosas para autoconocerme y sacar lo mejor de mi mismo… No es que no esté de acuerdo con estos temas, es más algunos me parecen muy necesarios, sino que de tanto uso fuera de contexto corren el riesgo de perder su significado y su objetivo real. Y contextualizando, veo que todo el mundo te habla de esto como grandes expertos  (al final del post te van unos links con, en mi opinión,  auténticos referentes de estos temas) Todo vale, todo cuenta y todos esperan conseguir su trozo de la tarta.

Por otro lado, estamos en vía de quemar la información buena y de valor por esta sobredosis informativa que hace que el contenido de calidad quede difuminado entre tanto humo. Saturación por la gran cantidad de webinars, de desayunos online, de reuniones con el experto, de información redundante sobre estos temas en rrss… Moriremos de éxito…o de sobredosis.

En mi opinión se necesita más sensatez, más racionalidad, más sentido común. La línea es muy fina y en el equilibrio está la virtud… Ni tanto ni tan poco.

Un poco de reflexión y de autocrítica no estaría mal. Reflexionar y pensar más, pero pensar para actuar, para hacer y no quedarse en una mera declaración de intenciones  (Cuando el sobre análisis se vuelve inacción (danalanda.com)*

Puede ser que hayamos perdido el norte, si es que alguna vez lo tuvimos.

Y sobre todo pensando que nos hemos dejado lo importante, a las personas, la clave de todo este sinfín de piezas, por tratar de surfear la ola y estar a la última. O nos focalizamos de verdad en ellas o esto no tendrá vuelta de hoja.

Nos hemos ido a la forma más que al fondo, por cierto dos cosas que tienen que ir de la mano y en sintonía,  y parece que hemos empezado la casa por el tejado. O nos replanteamos lo imprescindible  y lo realmente importante o seguiremos dándole vueltas tratando de cuadrar el círculo.

Para otro día dejo el uso de términos anglosajones en nuestro día a día, de verdad merece un solo post sobre eso (Mañana tengo un call para preparar un meeting con unos customers) De verdad que es para hacérnoslo mirar, teniendo a Cervantes o a Machado y nos vamos con palabrería “cool”.

“En la simplicidad está la máxima sofisticación” (Leonardo Da Vinci)

Aquí os dejo los links de auténticos expertos sobre los temas que van expuestos en el post (y no tanto gurú que ha surgido en estos tiempos)

Liderazgo y Estrategia: Jonathan Escobar,  Francisco Alcaide, Juan Carlos Cubeiro, Xavier Marcet, y  Miquel Lladó

Marca Personal: Guillem Recolons, Eva Collado Durán, Andrés Pérez Ortega y Pablo Adán Micó.

Coaching: Joan ClotetAlfonso AlcántaraJavier Salvat, Elena Arnáiz y Jéssica Buelga

Aprendizaje y Desarrollo Personal: David Barreda, Marta Romo, Marta Grañó y Humannova (Virgino Gallardo, Marc Vigilante y Alicia Pomares)

Comunicación: Elia Guardiola

*Cuando el sobre análisis se vuelve inacción (danalanda.com) 

Fotos: Canvas y Google

Música: Reconstrucción, Xoel López

Xoel López – Reconstrucción (Deluxe 12 años después) – YouTube

 

Hay que decir que no, ¡¡¡siempre!!!

Suena fuerte la frase con la que titulo el post. La acabo de leer en una entrevista a Raphael en Jot Down. Hay que decir que no, siempre… Y me pongo a  pensar, ¡Vaya sobrado! Este de qué va… e ideas similares…Pero ya puesto me pongo a leer su entrevista esperando al menos alguna bifurcación en la misma que me haga volver a la realidad y para nada… Además me va enganchando cuando suelta perlas tipo «Siempre he hecho lo que he querido hacer»… Cuanto más leo más me va gustando.

Coge sentido la asertividad que proclama (palabra clásica que cada vez meten más con otras novedosas y sobrevaloradas como procrastinación, poner en valor, feedback y demás). Como conclusión sacas que hay que decir que no más a menudo si no quieres que te traten como un mindundi, y son beneficios que vas a sacar para ti en tiempo, en disfrute o en cualquier variante ociosa que te puedas plantear.

El decir no va inherente a nuestros orígenes, y nos remonta a las primeras palabras que dicen los niños, si, no, papá, mamá y similar (ahora ya los tiros y la evolución natural van más con Playstation, Nintendo, Tik Tok, Instagram…) Habrá que analizar semánticamente lo que los niños entienden y sacan de estas palabras…

Pero vuelvo a la asertividad, en mi opinión entre el sí o el no, el aprender y sobre todo decidirnos a decir más que no, solo nos puede traer beneficios. En esto discrepo con Camus desde mi profunda ignorancia. No creo que sean tan idéntico los significados del si/no como el escritor francés planteaba en alguna de sus obras (El revés y el derecho).

Decidirnos a decir que no, nos refuerza en nuestra independencia, nos posiciona ante otras personas y sobre todo potencia nuestra personalidad. Muchas veces nos encontramos ante encrucijadas y decir que no, fomenta y tonifica nuestra coherencia y nuestra honestidad. No se trata de decir que no a todo ni a todos pero si a marcar distancias en momentos concretos y sobre todo a tener nuestro halo de independencia y nuestro propio espacio.

Decir no es por otro lado cuestión de valores (para aquellos que los tengan), no se trata de romper nuestro altruismo ni nuestras ganas de cooperación pero si de limitar el derroche ilimitado de nuestra energía.

Decir que no no implica sentirse más o menos querido o apreciado o valorado, para nada. Significa poner tus valores por delante y no dejarse invadir en la individualidad que todos tenemos.

Tenemos que trabajarlo más, e insisto que mucho más. La mayoría de las veces nos pasa por no priorizar, por no discernir lo urgente de lo importante (de los demás, lo nuestro lo tenemos claro). Incluso por no decir que no, pasamos de tratar asuntos superfluos a darle la relevancia que no se merecen.

Entonces ¿qué hacer? Primero parar (Stop & Go)…Pensar, madurar las cosas y sobre todo saber que si hay que decir que no a alguien se le dice, sin perder la sonrisa y con buenas palabras y sin perder las formas. Pensar más y ser más estratégicos, parece fácil… (te dejo link de un post de David Barreda al hilo del business ¿Dónde estoy poniendo mis huevos)

Como actitud, saber negarnos es fundamental para nuestro crecimiento. Hay veces, quizás demasiadas, que nos metemos a bucear en temas banales que solo nos producen pérdidas de tiempo, precisamente tiempo es lo único que nunca vamos a recuperar. Seamos proactivos en la gestión del no, deleguemos con confianza actividades y decisiones que no nos aportan ni tampoco aportamos nada.

Al hilo de esto hay un post de Francisco Alcaide «50 tips para mejorar tu productividad» y uno era que para ser productivo hay que aprender a decir que no y hacerlo con asiduidad. Os dejo el link al artículo ya que precisamente más de la mitad de los tips tienen que ver con la asertividad y su relación sobre nuestra productividad.

Al final es un hábito a trabajar y tenemos que asumirlo. No somos más buenos ni mejores por decir que si a todo. La manera en cómo te marcas tus límites define tu autoconfianza y, cuando gestionas personas, mejorar la asertividad hace que mejores tú y tu equipo (se logra más desarrollo competencial y se mejora la eficacia en distintos campos como en autonomía, en liderazgo…)

Aprendamos a ponernos límites, al final redunda en nosotros.

Fotos: Pexels.com y Bing

Canción: Raphael (Mi gran noche)

Vigorexia digital

Vigorexia digital

«Otro más, otro que viene a darnos lecciones de cómo sacar partido a la digitalidad y de tener que usar las redes sociales…»

Esta es la sensación que podemos tener continuamente desde el confinamiento y lo que puedes entender al leer estas primeras líneas y precisamente se trata de lo contrario.

Tras el confinamiento estamos saturados de personas que nos dicen por todas las vías como sacar partido a herramientas digitales, como conectar con nuestros clientes, como aportarles valor, como enviarles información para nosotros relevante… en definitiva como ser expertos digitales en 4 horas!!! Eureka… mando mails, escribo whattsapp, tuiteo, cuelgo en LinkedIn, Facebook… sin control, siempre la misma información, a la misma hora, sin estrategia clara y sobre todo bombardeando a mis clientes… suelto todo el aire que llevo dentro y ya…a respirar de nuevo hasta el día siguiente.

Esta forma de actuar la sufrimos a diario. Solo tenemos que abrir nuestra correo y ver la cantidad de información de webinars, de charlas y de cursos online que nos ofrecen. Basta con entrar en una web de cualquier temática para que los algoritmos nos empiecen a saturar con información irrelevante, que te metas en una webinar concreta y ya te empiecen a entrar mails de cursos irrelevantes para ti (me han llegado a mandar un curso de cómo bajar 5 kilos en 7 días y que yo lo cuente… voy a tener que cambiar la foto de mis perfiles)

 

Toda esta introducción viene al caso de la obsesión que tenemos estos meses de dar al click y enviar, enviar, enviar… Muchas veces la información que mandamos es potente y por tener saturados a nuestros clientes se va directamente a la bandeja de spam o a la papelera… una pena. Esa maldita obsesión por compartir y soltar información sin saber realmente para qué sirve o si le es útil a alguien.

 

La clave es conectar, personalizar,  transmitir y después de todo crear una necesidad a nuestra comunidad. Para eso tener una estrategia digital es fundamental. Saber qué quiero conseguir, por qué lo quiero, para qué lo quiero, con quién lo quiero conseguir y cómo lo quiero lograr (medir los KPI´s y ver el retorno de mi actividad). ¿Nos hemos hecho estas preguntas antes de empezar a hacer? Sobre todo, porque si no nos hacemos estas preguntas, renunciamos al aprendizaje que nos puede dar nuestra vigorexia digital, nuestra ansia de clickear…

 

Una de las cosas que tenemos que hacer antes de dirigir un mensaje a alguien es ponernos en su lugar y saber si necesita lo que le vamos a ofrecer, si le aporta valor y si este valor es diferencial (Guillem Recolons)

 

Además es importante conectar con los clientes desde la empatía. No sabemos en muchos casos como están, como les ha ido este tiempo, como han estado y como han llevado el confinamiento… Antes de todo tenemos que pensar que nuestra relación personal puede haber cambiado, que haya recelos, que no sepamos muy bien como acercarnos de nuevo a estos clientes. Habrá clientes con una relación ya personal con los que será más fácil, pero también hay otros no tan afines y a estas personas ahora más que nunca saturarles es perderles.

 

Sin valores personales no vamos a ningún sitio. La buena comunicación, la solidaridad y la gratitud son valores ahora a tener muy en cuenta y sobre todo el ponernos en el lugar de la otra persona. Ser persona es ahora fundamental… Por favor no actuemos como bots.

Mente, La Paz, Paz De La Mente, Unidad

Por otro lado personalizar la información es la llave del mensaje. Poder crear y dar forma a la  información a compartir es lo que realmente nos va a diferenciar. Esta customización del mensaje lleva tiempo, lo fácil es buzonear y continuar siendo vigoréxicos digitales. ¿Pero nos hemos preguntado qué le interesa a nuestra comunidad o qué tipo de información le aporta valor a nuestros clientes? Tocar el intro y saturar es lo más fácil y encima, cumplimos…

 

Una aproximación correcta (son solo unas palabras), personalizar con el nombre del receptor, con un ¿cómo estás?, ¿qué te pareció la última información que compartí?… y con una pequeña descripción del aporte de valor que le estás compartiendo de nuevo. A todos nos gusta que cuando nos envían algo nos pregunten por las últimas novedades, haya una introducción correcta… que levante la mano el que no ha recibido una invitación en LinkedIn y según aceptas te venden cursos de astronauta para llegar en 3 horas a Urano. Seamos serios, personalizando y con valores ganamos en 2 minutos lo que puedes perder en 3 segundos por un resbalón («Elena Arnaiz dixit»)

 

La forma en la que comunicamos es la que de verdad hace que transmitamos o que nos espamicemos… pensad cuantos mails ni recibís ni os dais cuenta que habéis recibido con información relevante porque en su momento los categorizasteis como spam… !!!Cuánta información perdida!!! !!!Cuánto valor al garete por una mala estrategia de comunicación!!! Esta es la importancia de no caer en los errores que otros cometen con nosotros. No hagas a los demás lo que no quieras para ti. Se trata de ver cómo facilitamos la vida a nuestra gente y de ver cómo podemos aportarles valor (David Barreda)

 

Si creamos valor y lo compartimos vamos a generar una conexión con nuestros clientes y esto es lo que nos va a posicionar en la mente de ellos haciendo que seamos una opción clara en sus necesidades en momentos determinados. Esta en nuestra mano ser los que de verdad aportan valor a los clientes. No seamos bots semiprogramados, escuchemos y pensemos para actuar, no para responder. Al respecto os recomiendo la lectura de Jordi Collell, «Las oportunidades no aparecen, se crean».

 

Tenemos mucho que aportar en estos tiempos, mucho que dar a nuestros clientes, tesoros que compartir si los manejamos bien. La clave es compartir, no competir. Más vale poco y bueno, que salir en las estadísticas por quedar bien. Ante la vigorexia digital, reflexión y acción.

¿Pensamos?

Fotos Pixabay

Vídeo: The Buggles, Video Killed the radio star

Lo que he aprendido en el confinamiento

 

 

«Lo que he aprendido en el confinamiento»

Después de casi dos años sin publicar nada retomo el blog. La verdad es que no he dejado de escribir, pero por otras circunstancias decidí no compartirlo (falta de ganas, falta de tiempo para tunearlo o un mix de ambos).

Comparto este post, desde la oportunidad que me supone poder compartir todo lo «positivo» que he sacado de este tiempo de reclusión (a día de hoy por aquí seguimos en fase 1). Van ya más de dos meses en esta situación extraña, con sentimientos chocantes e insólitos, por lo novedoso de la situación, de desconocimiento, de intriga, de infoxicación…

Pensaba cómo iba a acoplarme a este panorama tan complejo, si duraría mucho, cómo saldríamos cuando todo volviese a la normalidad… Tanto tiempo para pensar y reflexionar hace que, a veces,  des demasiadas vueltas a asuntos que no están en tu mano o que no sabes ni puedes responder(te)… Preguntas sin respuesta, momentos en los que los planes no dependen de ti, pero tienes que planificar(te)…

Lo mejor de todo este tiempo han sido los aprendizajes que he sacado. En cuanto a las personas, a los comportamientos, al autoconocimiento… Y saco palabras que pueden resumir todo, verbos transitivos de actividad y resultado, de acción (aunque sea estática) Comienzo el desglose:

Pensar y reflexionar, ya que han sido momentos de parar, al menos he tenido tiempo para el autoconocimiento, para saber hacia donde vamos, por qué vamos y cómo vamos. Preguntas que nos hacen evolucionar y que hace que nuestro disco duro se engrase y esté preparado para implementar rápidamente. Pensar como acto reflejo, reflexionar sosegadamente.

Nunca tuve tanto tiempo para conjugar estos dos verbos. Para saber cómo puedo (podemos)          avanzar y sobre todo, saber cuáles son las carencias o debilidades a potenciar y cómo trabajarlas.

Stop & Go!!! Parar y pensar, parar y reflexionar, pensar y reflexionar para actuar!!!

«La gente inteligente está llena de dudas, la gente estúpida está llena de certezas» (Bukowski)

 

 

Aprender y desaprender, actualmente los ciclos de aprendizaje son cada vez más cortos, los procesos que usamos van a una velocidad de vértigo y lo que hoy aprendemos en un breve espacio de tiempo estará desfasado. Pero es más importante conjugar el verbo desaprender, ya que siempre que abandonamos una conducta ya interiorizada nos supone un esfuerzo, y precisamente el hueco que tenemos que dejar para lo que queremos aprender tiene que ser grande (salir de la zona de confort, aunque no me gusta nada esta palabrería, sino que debemos hacer esta zona de confort más grande)

Estos dos verbos, aprender y desaprender, van a ser claves para el desarrollo de nuestras competencias y para mejorar nuestro performance. El reseteo debe ser constante, rápido, cambiar de patrones  y de formas de actuar muy rápidamente, incluso creando nuevas dinámicas, nuevas maneras de ver las cosas, de impactar…

También viene muy al hilo de las competencias que se requerirán para nuestro nueva normalidad (flexibilidad, adaptación al cambio, inteligencia emocional, comunicación, resiliencia…). Estas competencias requieren estar moldeándose y evolucionando constantemente y son competencias que desarrollamos, que no nos vienen de serie… Como leí la semana pasada «No eres responsable de las cartas que te han dado, eres responsable de sacar el máximo partido de ellas» (Andy Stalman) 

Aprendiendo, y uso un símil tecnológico, evitamos la obsolescencia programada. No evolucionar, no aprender y no avanzar en nuestro performance (competencias) nos hará obsoletos y totalmente prescindibles. Lo que teníamos y nos valía en nuestro desempeño antes del COVID-19, pasará a mejor vida en cuanto volvamos a la nueva realidad. De ahí la importancia de conjugar en presente estos dos verbos (aprender y desaprender) y sobre todo de invertir en uno mismo, de desarrollarnos, de crecer… y eso es una autorresponsabilidad únicamente nuestra.

 

 

Conectar y compartir, también dos verbos fundamentales en este confinamiento. Aumentar nuestra red de contactos es fundamental, conversar con nuevas personas, empaparse de nuevas visiones, escuchar a personas con una visión totalmente diferente a la nuestra. Vamos a una sociedad hiperconectada (solo hay que ver la cantidad de webinars, de conexiones tipo Zoom, TEAMs… que hemos tenido en este tiempo) y lo positivo es que la famosa sociedad líquida de Zygmunt Bauman coge fuerza y como una profecía se va cumpliendo. El conocimiento está al alcance de todos y hay que compartirlo, no se trata de guardarnos para nosotros lo que sabemos, lo que pensamos… sino de aportarlo, de compartir lo que sabemos, de ponerlo al servicio de los equipos, de los compañeros, de nuestros contactos… Sería, como una metáfora de gestión y management , una redarquía líquida, una manera de que los conocimientos, nuestros conocimientos, no queden circunscritos a un ámbito muy pequeño.

Muchas personas han conectado en este tiempo, han aprovechado para hacer número en su RRSS, pero ¿cuántos han compartido valor?

Ahora más que nunca el conocimiento y la inteligencia colectiva es lo  que va a imponerse. Formas de cooperar, maneras de crecer. Al final compartir es multiplicarse, si competimos nos dividimos, solo hay que ver el número de ganadores de esas operaciones matemáticas.

No se trata de crecer a costa de los demás, sino de crecer con los demás, en equipo. Una nueva forma de ver las cosas. StorySharing puro y duro. Conectar para compartir valor. Y los valores deben ser los pilares en los que se sustente nuestra actividad. Sin valores estamos condenados al fracaso.

Crecer y ver crecer a las personas a tu alrededor, a los equipos debe ser el objetivo fundamental.

 

Vídeo Jarabe de Palo «Eso que tú me das» (YouTube)

 

Eso que tú me das
es mucho más de lo que pido
todo lo que me das
es lo que ahora necesito.
Eso que tú me das
no creo lo tenga merecido
por todo lo que das
te estaré siempre agradecido.
Así que gracias por estar
por tu amistad y tu compañía
eres lo, lo mejor que me ha dado la vida.
Por todo lo que recibí
estar aquí vale la pena
gracias a ti seguí
remando contra la marea.
Con todo lo que recibí
ahora sé que no estoy solo
ahora te tengo a ti
amigo mío mi tesoro.
Así que gracias por estar
por tu amistad y tu compañía
eres lo, lo mejor que me ha dado la vida.
Todo te lo voy a dar
por tu calidad y tu alegría
me ayudaste a remontar
a superarme día a día.
Todo te lo voy a dar
fuiste mi mejor medicina
todo te lo daré
sea lo que sea lo que pidas.
Y eso que tú me das
es mucho más
es mucho más
de lo que nunca te he pedido.

 

Fotos Pexels.com

 

Razones para escribir sin hache

 

No pretendo con este post dar lecciones de ortografía, ni meterme en polémicas, ni promulgar nuevas reglas de escritura. Los que me leéis habitualmente ya sabéis que me gusta mucho leer y devoro libros a una velocidad supersónica. Pero no, este post no va de ortografía, ni de reglas ni de sugerencias…

Este post va de la necesidad de explicarme, de ser escuchado, de poder trasladar mi necesidad de comunicación…Intentar al menos poder liberarme y sacar los vicios que llevo dentro.

Escribo a quemarropa y me salen las palabras a borbotones. Escribo por no gritar, por hambre, por necesidad… Y paso a detallar el porqué y las razones del post.

Escribir va sin hache igual que actitud también va sin hache. Necesito actuar, pasar a la acción, no seguir dando vueltas a las cosas. Actitud en sentido puro, actitud para ponerse, para mojarse, para hacer…

Escribir también va sin hache como también innovación. Pasar del campo del pensamiento y de la creatividad a plasmar lo que se me ocurre, a ponerse manos a la obra, a hacer… Harto de ideas sin plasmar, de consensos sin resultado, de pendrives sin capacidad…

También emoción se escribe sin hache. Las ganas, los sentimientos… Las emociones son fundamentales en mi vida y en mi actividad. Soy una persona muy emocional y pasional y a menudo estos sentimientos  me nublan la razón: Sé que en el equilibrio está la solución, pero… (se intenta)

Empezar tampoco lleva hache. Ponerse, plasmar… Al comienzo siempre le siguen los resultados (buenos o malos) pero hay que empezar para no quedarse rezagado, para poder ser zapador en tiempos inciertos, para poder marcar el camino y no ser a posteriori uno más. Avanzar (también sin hache) no solo en el espacio físico, sino también en el desarrollo, en el conocimiento… Aprendizaje puro (sin hache) y aquí entra de nuevo la palabra acción, ponerse, desarrollarse, leer… Aprender.

Aprender para no quedarse atrás, para saber que nos resetearemos una y otra vez… Evolución (sin hache) en estado puro. Evolucionar para cambiar, evolucionar para hacer (con hache), para saber, para crecer, para avanzar, para poder dejar de lado a personas que no suman, que son rémoras en tu camino, personas que te anclan en su propio decrecimiento… A menudo hay que saltar muros para saber lo que hay detrás.

Y siempre con el equipo, de nuevo sin hache, como apoyo, como el medio y el fin, equipo por las personas, por la confianza mutua, por la influencia, por el desarrollo, como centro del motor para que todo carbure… Es el elemento fundamental para que todo fluya.

Y no me quiero dejar otras palabras fundamentales como energía (pasión) por lo que haces, ambición en cuanto a la consecución de resultados (tangibles o intangibles), ilusiónY agradecimiento!!! Saber lo que los demás te han aportado, lo que has podido aprender de otras personas, lo que te han hecho crecer… Dar las gracias siempre es fundamental. Poner en valor el trabajo, el conocimiento de otra gente y el impacto que su apoyo e influencia te han dado en los buenos y en los malos momentos…

Hay tantas razones para escribir sin hache como palabras me van viniendo a la cabeza. Cada uno tenemos nuestra razón, nuestro motivo…Y es cuando tenemos que preguntarnos, tenemos que conocernos… Autoconocimiento para crecer y para evolucionar, para dejar errores atrás, para aprender a desaprender.

No soy un talibán contra la hache y no quiero dejar palabras claves que también se merecen estar aquí… Honestidad, honradez, humildad, humanidad… Valores fundamentales para tener siempre presente en la gestión de todos esos verbos que van sin hache…

Vídeo: Joaquín Sabina (Dieguitos y Mafaldas)

 

 

 

 

 

 

Valores y Aprendizaje: Simbiosis y Sinergia by @pacomedinapl

Valores y Aprendizaje: Simbiosis y Sinergia by Paco Medina

Simbiocimiento es un vehículo para la reflexión donde se apuesta por el equilibrio, por las simbiosis y sinergias entre las personas.

Gracias a mi compañero Paco Medina por su colaboración…Sinergia total!!!

Cuando Javi me invitó como mentor ejecutivo y amigo a escribir un post en su nuevo blog: Simbiocimiento , me invadió una sensación, primero de orgullo y responsabilidad por la confianza depositada y posteriormente de preocupación ya que aunque he escrito y publicado algún que otro artículo, siempre relacionado con el sector farma , nunca lo he hecho con el carácter “intimista” que Javi me ha sugerido en esta ocasión, para que se alinee con el que Él pretende imprimir en su blog (y dicho sea de paso del que estoy aprendiendo).

 

Me he decidido a escribir una especie de sencillo prólogo sobre su incipiente blog Simbiocimiento, en el que por su presentación y sus post iniciales y muy especialmente por el conocimiento que tengo de la marca personal de Javi, puedo vislumbrar sin miedo a equivocarme demasiado, que trayectoria tendrá.

 

Simbiocimiento, como su nombre ya indica, es un híbrido de valores y actitud positiva, de proactividad, creatividad, generosidad y pasión ante la vida, de una posición abierta a la lectura y a la interacción entre las personas como base del aprendizaje mutuo y del desarrollo personal y profesional

 

 

Simbiocimiento es un foro en el que se aborda el nuevo escenario donde se desarrolla la interacción entre el nuevo perfil del líder empresarial vanguardista y su equipo, donde se comparten valores, fortalezas y habilidades, aportando valor desde un prisma de trabajo en equipo, humildad, paridad, aprendizaje continuo y delegación, contando de manera imprescindible con la actitud franca, abierta y positiva de todos sus componentes como sustrato para que esto sea posible.

 

Simbiocimiento es un vehículo para la reflexión donde se apuesta por el equilibrio, por las simbiosis y sinergias entre las personas en todos los ámbitos de sus vidas y cuyo nuevo dogma del profesional tanto si trabaja por cuenta propia o ajena, tiene como objetivo desarrollar y alinear su marca personal offline, online y empresarial.

 

Simbiocimiento, resumiendo, son: #autoliderazgo #valores #desarrollopersonal #desarrolloprofesional #actitudpositiva #lecturas

 

Simbiocimiento es Javi en estado puro

 

P. D. Además de en su blog javiergalvarez.com  puedes seguir diariamente a Javi en: @javigalvarez
www.linkedin.com/in/javiergalvarez

Francisco Medina Planelles (@pacomedinapl)

 

Foto Shutterstock

 

«Nunca se puede saber
Lo que va a ocurrir mañana
Salvo que al fin de semana
Sigue un lunes otra vez»

Video Radio Futura «A cara o cruz»

 

Equipos veteranos, liderazgo y gestión del cambio

La transformación y la gestión de equipos veteranos es una cuestión que plantea muchos dilemas y que puede suponer una continua paradoja.

No pretendo categorizar, generalizar ni ser dogmático en este post, entre otras cosas por ser esta una opinión muy personal sobre este tema y no tener el suficiente expertise para afirmar con rotundidad (opinions on my own)

Gestionar equipos heterogéneos, con una determinada y arraigada forma de trabajar y hacer, siempre es un reto… y una gran oportunidad para aprender!!! Son equipos (en mi caso) con un nivel de logro y de consecución de resultados espectacular, pero en general equipos con un grado muy alto de veteranía necesitan también un alto grado de reciclaje.

Lo que aprenderemos mañana quizás en breve estará desfasado y más a la velocidad con las suceden los acontecimientos.

Procesos disruptivos, procesos de aprendizaje, procesos de metamorfosearse sagazmente…

Tiempos en los que nos movemos de Transformación Digital, de flujos rápidos y constantes de información, de evolución a 10000 revoluciones… tiempos en los que la capacidad de adaptación y la asunción de manera consciente de los cambios y de las aptitudes serán claves en el desarrollo de los equipos.

Se corre el riesgo de que en un breve periodo de tiempo las personas queden completamente desfasada en el desempeño de sus funciones.

Con este panorama la actitud del equipo y el hacer y el estímulo de un líder son claves… Tomar decisiones de desarrollo por/para el equipo.

Un líder desarrollado en sus capacidades y en sus aptitudes debe ser la clave para el equipo. Su actitud ante los cambios, su proactividad, su impronta y su poso debe ser un modelo a seguir por su gente.

Liderazgo desde el ejemplo como muestra del camino a transitar por su equipo y una autoexigencia para poder desarrollar , implementar y anticiparse a los cambios (provocarlos). Es un tipo de liderazgo orientado a conseguir un compromiso del equipo siendo el primero en mostrarse y en creer en los objetivos y en los fines predeterminados.

Liderazgo honesto, coherente, valiente… con unos valores muy marcados orientados a la excelencia y al desarrollo de su gente. Liderazgo de hacer, de actuar, de ejemplificar… Liderazgo de acción en el que al final los resultados, el performance de su equipo van guiados y en concordancia con la misión y la visión de la organización.

Sus acciones y decisiones marcarán el logro cuantitativo y cualitativo del equipo. Anticiparse al cambio, fomentar el aprendizaje continuo, analizar concienzudamente, tomar decisiones,  ser exigente con su equipo… capacidades y habilidades de los líderes de acción.

 

Caminante no hay camino «Antonio Machado»

Todo pasa y todo queda,
pero lo nuestro es pasar,
pasar haciendo caminos,
caminos sobre el mar.

Nunca perseguí la gloria,
ni dejar en la memoria
de los hombres mi canción;
yo amo los mundos sutiles,
ingrávidos y gentiles,
como pompas de jabón.

Me gusta verlos pintarse
de sol y grana, volar
bajo el cielo azul, temblar
súbitamente y quebrarse…

Nunca perseguí la gloria.

Caminante, son tus huellas
el camino y nada más;
caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.

Al andar se hace camino
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.

Caminante no hay camino
sino estelas en la mar…

Hace algún tiempo en ese lugar
donde hoy los bosques se visten de espinos
se oyó la voz de un poeta gritar
«Caminante no hay camino,
se hace camino al andar…»

Golpe a golpe, verso a verso…

Murió el poeta lejos del hogar.
Le cubre el polvo de un país vecino.
Al alejarse le vieron llorar.
«Caminante no hay camino,
se hace camino al andar…»

Golpe a golpe, verso a verso…

Cuando el jilguero no puede cantar.
Cuando el poeta es un peregrino,
cuando de nada nos sirve rezar.
«Caminante no hay camino,
se hace camino al andar…»

Golpe a golpe, verso a verso.

 

Video: Serrat y Sabina «Cantares»